Por Eduardo Piñate R.
El 8 de octubre se
van a conmemorar 48 años del asesinato del Comandante Ernesto Che Guevara, el
guerrillero heroico, como lo bautizó el Comandante en Jefe de la Revolución
Cubana Fidel Castro y lo asumieron los pueblos del mundo.
El 7 de octubre de
1967 el Che y su columna guerrillera traban combate en la quebrada del Yuro, en
la selva boliviana, contra unidades Rangers del ejército boliviano, entrenadas
y dirigidas por las fuerzas militares de EEUU. Herido en un pie e inutilizada
su ametralladora por un disparo, es capturado vivo y trasladado a la escuelita
del poblado de la Higuera donde es ejecutado al día siguiente por órdenes
directas de los jefes de la CIA.
La decisión de asesinar
al Che se toma para impedir que se desatara una ola de protestas mundiales
solicitando su libertad si lo dejaban vivo, tal como había pasado con Angela
Davis, George Jackson y otros militantes revolucionarios en los EEUU. Pero se
equivocaron, tras su asesinato la figura del Che, que ya era grande por su
labor como dirigente de la Revolución Cubana, se agigantó y se transformó en un
ícono de las luchas populares en el mundo, sobre todo de la juventud y los
trabajadores.
¿Cómo pudo ser
posible eso?, ¿cómo es posible que 48 años después de su asesinato el Che esté
–hoy día junto a nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez- en las
manifestaciones, en las huelgas, en las luchas, en las pancartas y afiches de
los trabajadores, indígenas, jóvenes, mujeres, campesinos, ambientalistas y
defensores de los derechos humanos que en todo el mundo se levantan contra el
capitalismo, el imperialismo y sus secuelas?
Es posible porque el
Che no sólo fue un jefe militar brillante, audaz, casi temerario –como lo
describió Fidel-, no sólo fue un político y un diplomático de excepcionales
condiciones. El Che fue un gran revolucionario; como Martí, como Bolívar, como
Chávez, como Fidel y muchos otros y otras; porque hasta el día de su muerte fue
coherente en pensamiento, palabra y acción; virtud y condición que distingue a
los verdaderos revolucionarios de los oportunistas.
Caracas,
4 de octubre de 2015
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